miércoles, octubre 14, 2009

Promesas...

No te prometo un camino rápido y fácil, ni una vida rosa. Buena parte del viaje será lento y tortuoso. No te prometo ser ideal, perfecta. No te prometo la elegancia de Audrey Hepburn, la belleza de Grace Kelly o la sensualidad de Marilyn Monroe.

Soy inestable, testaruda y caprichosa. A veces me dejo llevar: por mi orgullo, por la pereza, por ira, por la tristeza, por las ganas de todo, por las ganas de nada... Cambio de opinión cada poco tiempo, y de ánimo con más frecuencia aún. Mis hormonas son una población rebelde y protestona. Soy inconforme, manipuladora, inmadura y, aunque no lo parezca, insegura.

Me verás llorar, y me harás daño, y yo también te lo haré a ti; es inevitable: creamos heridas en el alma del otro para cicatrizar juntos. Caeré, y te echaré abajo conmigo. Perdón, no es mi intención. Pero aprenderemos de los errores.

No te prometo que llegarás al Cielo por sólo tenerme a tu lado... lo que sí te prometo es que lucharé incansablemente hasta conseguir que lleguemos.

Te prometo que estaré a tu lado, pase lo que pase. En lo bueno y en lo malo. Tu mano ya no estará sola nunca: tendrá a la mía para hacerle compañía, para darle calor. Nuestros dedos estarán entrelazados en una promesa hecha con el corazón: el futuro.



If you jump, I'll break your fall, lift you up and fly away with you into the night...



A la reina siempre le había gustado jugar. Y la naturaleza. Le gustaba jugar con la naturaleza: con tierra, con agua, con los animales, con el viento... y con fuego. Le fascinaba el fuego. El calor que despedía, sus formas hipnóticas y caprichosas, la luz que producía, sus diversos colores... Hasta que un día, de tanto jugar, se quemó. Y a partir de entonces tuvo miedo al fuego.
Pero entre su gente había un capitán que sabía mucho. Él curaría sus heridas y la ayudaría a superar sus miedos...

2 comentarios:

  1. Nadie te pide la elegancia de Audrey, la belleza de Grace o la sensualidad de Marilyn. Siendo tú, con tus más y tus menos, es cuando los que te quieren aprender a quererte aún más. ^^

    La reina debe aprender que con el fuego no se juega, se trabaja. El capitán, docto en cuestiones de artillería, podrá enseñarle los encantos del olor a pólvora quemada.

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